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Estilos de aprendizaje (I): Cómo estimular el aprendizaje de un niño con tendencia visual

Como padres o profesores sabemos que cada niño es único y distinto al resto. Sus características innatas no dependen del tipo de educación que reciba, ni en su familia o comunidad ni dentro del aula. Cada uno de nosotros nacemos con una serie de cualidades, y si aprendemos a distinguirlas y utilizarlas a nuestro favor, los niños van a ser más felices en su proceso educativo y van a aprender más y mejor. Algunas de esas cualidades son los denominados estilos de aprendizaje: cada persona, desde que nace, tiene una tendencia natural a aprender de una determinada forma.

Decíamos en un artículo anterior que en Helen Doron English nos solemos centrar en tres estilos de aprendizaje concretos: visual, auditivo y kinestético. Esto no quiere decir que esta clasificación sea la única; de hecho, hay autores que sostienen que existen hasta 12 tipologías distintas de aprendizaje, o incluso más. Tampoco quiere decir que una persona aprenda solo y exclusivamente a través de uno de estos estilos. En realidad, de lo que deberíamos hablar con más propiedad es de tendencias o habilidades preponderantes. Sea como sea, en nuestras clases intentamos siempre realizar actividades que favorecen cada uno de los tres estilos anteriormente citados, que suponen un amplio rango de habilidades cognitivas y que ayudan a que un mismo concepto pueda aprenderse de formas diferentes, favoreciendo que los alumnos la asimilen de múltiples maneras.

En este artículo, nos centramos en entender cómo es el estilo visual.

¿Cómo reconocer si mi hijo es visual?
Una persona se considera que tiene un estilo de aprendizaje visual cuando aprende más y mejor a través de imágenes. Normalmente se pierden ante explicaciones orales, y tampoco son grandes amigos de leer textos, aunque puede ser que les guste escuchar o leer la descripción detallada de una persona o un paisaje, ya que les encanta imaginar el aspecto físico de las cosas. Les gustan los diagramas, los esquemas y los dibujos en sus propios apuntes.

Podemos reconocer si un niño tiene un estilo de aprendizaje visual porque suelen ser ordenados, organizados, observadores y tranquilos. El desorden visual o el exceso de movimiento les suele molestar, aunque no así el ruido de fondo. Son niños que recuerdan en imágenes, y les encanta dibujar con detalle.

El estilo de aprendizaje visual en el aula
En nuestras clases de aprendizaje temprano los niños tienen libertad de movimiento por todo el aula. No tienen mesas, ni sillas, ni obstáculos físicos, ni tampoco un gran número de estímulos visuales (posters, dibujos, contrastes de colores, etc.). Por lo tanto, en nuestra metodología es bastante fácil captar la atención de un niño visual, sencillamente mostrándoles imágenes u objetos reales llamativos.

Una de las actividades estrella es el uso de flashcards, es decir, dibujos sencillos en una cartulina sobre un fondo blanco. Las flashcards representan palabras, acciones, conceptos o incluso frases. Existen múltiples actividades que se pueden realizar con estas tarjetas, como pasarlas rápidamente mientras se pronuncia la palabra o la frase, colocarlas boca abajo y jugar a adivinar dónde está una de ellas, o utilizarlas para ordenar objetos en categorías.

Otra actividad visual puede ser utilizar puzzles u objetos descompuestos o rotos para organizar sus partes. Si, por ejemplo, estamos enseñando el cuerpo humano, podemos presentar a los niños las diversas partes del cuerpo en cartulina para que ellos tengan que montarlo, o ropa para que lo tengan que vestir. Puede ser muy divertido si se pueden colocar más de dos brazos o piernas, o muchos dedos, ojos y narices, o si entre la ropa incluimos faldas, pantalones y camisas más grandes o pequeñas de lo normal, divertidas, estrambóticas o ridículas.

Libros coloridos, visuales y muy divertidos 
También son tremendamente visuales nuestros libros. Actividades como colorear, colocar pegatinas, unir con líneas dibujos relacionados, pintar de un determinado color las letras de una palabra o un concepto (por ejemplo, elementos de la naturaleza relacionados con las estaciones o con el tiempo atmosférico).

Para los niños más grandes y los adolescentes, preferimos presentar textos más largos en forma de cómic, o con una buena presencia de dibujos, fotografías, textos con tipografías distintas o en disposiciones imposibles (en espiral, vertical, en círculos…) de forma que los niños tengan delante de ellos un estímulo continuo: en el aprendizaje, como en casi todo, lo más importante es la motivación.

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Estilos de aprendizaje (I): Cómo estimular el aprendizaje de un niño con tendencia visual

Como padres o profesores sabemos que cada niño es único y distinto al resto. Sus características innatas no dependen del tipo de educación que reciba, ni en su familia o comunidad ni dentro del aula. Cada uno de nosotros nacemos con una serie de cualidades, y si aprendemos a distinguirlas y utilizarlas a nuestro favor, los niños van a ser más felices en su proceso educativo y van a aprender más y mejor. Algunas de esas cualidades son los denominados estilos de aprendizaje: cada persona, desde que nace, tiene una tendencia natural a aprender de una determinada forma.

Decíamos en un artículo anterior que en Helen Doron English nos solemos centrar en tres estilos de aprendizaje concretos: visual, auditivo y kinestético. Esto no quiere decir que esta clasificación sea la única; de hecho, hay autores que sostienen que existen hasta 12 tipologías distintas de aprendizaje, o incluso más. Tampoco quiere decir que una persona aprenda solo y exclusivamente a través de uno de estos estilos. En realidad, de lo que deberíamos hablar con más propiedad es de tendencias o habilidades preponderantes. Sea como sea, en nuestras clases intentamos siempre realizar actividades que favorecen cada uno de los tres estilos anteriormente citados, que suponen un amplio rango de habilidades cognitivas y que ayudan a que un mismo concepto pueda aprenderse de formas diferentes, favoreciendo que los alumnos la asimilen de múltiples maneras.

En este artículo, nos centramos en entender cómo es el estilo visual.

¿Cómo reconocer si mi hijo es visual?
Una persona se considera que tiene un estilo de aprendizaje visual cuando aprende más y mejor a través de imágenes. Normalmente se pierden ante explicaciones orales, y tampoco son grandes amigos de leer textos, aunque puede ser que les guste escuchar o leer la descripción detallada de una persona o un paisaje, ya que les encanta imaginar el aspecto físico de las cosas. Les gustan los diagramas, los esquemas y los dibujos en sus propios apuntes.

Podemos reconocer si un niño tiene un estilo de aprendizaje visual porque suelen ser ordenados, organizados, observadores y tranquilos. El desorden visual o el exceso de movimiento les suele molestar, aunque no así el ruido de fondo. Son niños que recuerdan en imágenes, y les encanta dibujar con detalle.

El estilo de aprendizaje visual en el aula
En nuestras clases de aprendizaje temprano los niños tienen libertad de movimiento por todo el aula. No tienen mesas, ni sillas, ni obstáculos físicos, ni tampoco un gran número de estímulos visuales (posters, dibujos, contrastes de colores, etc.). Por lo tanto, en nuestra metodología es bastante fácil captar la atención de un niño visual, sencillamente mostrándoles imágenes u objetos reales llamativos.

Una de las actividades estrella es el uso de flashcards, es decir, dibujos sencillos en una cartulina sobre un fondo blanco. Las flashcards representan palabras, acciones, conceptos o incluso frases. Existen múltiples actividades que se pueden realizar con estas tarjetas, como pasarlas rápidamente mientras se pronuncia la palabra o la frase, colocarlas boca abajo y jugar a adivinar dónde está una de ellas, o utilizarlas para ordenar objetos en categorías.

Otra actividad visual puede ser utilizar puzzles u objetos descompuestos o rotos para organizar sus partes. Si, por ejemplo, estamos enseñando el cuerpo humano, podemos presentar a los niños las diversas partes del cuerpo en cartulina para que ellos tengan que montarlo, o ropa para que lo tengan que vestir. Puede ser muy divertido si se pueden colocar más de dos brazos o piernas, o muchos dedos, ojos y narices, o si entre la ropa incluimos faldas, pantalones y camisas más grandes o pequeñas de lo normal, divertidas, estrambóticas o ridículas.

Libros coloridos, visuales y muy divertidos 
También son tremendamente visuales nuestros libros. Actividades como colorear, colocar pegatinas, unir con líneas dibujos relacionados, pintar de un determinado color las letras de una palabra o un concepto (por ejemplo, elementos de la naturaleza relacionados con las estaciones o con el tiempo atmosférico).

Para los niños más grandes y los adolescentes, preferimos presentar textos más largos en forma de cómic, o con una buena presencia de dibujos, fotografías, textos con tipografías distintas o en disposiciones imposibles (en espiral, vertical, en círculos…) de forma que los niños tengan delante de ellos un estímulo continuo: en el aprendizaje, como en casi todo, lo más importante es la motivación.