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Las clases de Helen Doron English refuerzan el apego con nuestros bebés

 Helen Doron English es un método capaz de enseñar inglés a niños y adolescentes de cualquier edad. Nuestros alumnos más pequeños tienen apenas unos pocos meses de vida, y muchos padres se preguntan cómo es posible que un bebé que ni siquiera sabe hablar en su propio idioma comience a aprender inglés. Sin embargo, está más que demostrado que los bebés tienen una extraordinaria capacidad innata para aprender idiomas.

En realidad, lo que hacemos en nuestras clases, cualquiera que sea la edad de nuestros alumnos, es seguir el proceso natural de aprendizaje, adaptado tanto los contenidos como las actividades a su desarrollo. En las clases de bebés (hasta aproximadamente los 3 años), los niños están acompañados por sus padres, por lo que de uno de los aspectos que más se trabaja en ellas es el apego con nuestros bebés. Los padres tienen un rol fundamental en las clases, se sientan en círculo con sus hijos muy cerca, los cogen en brazos, los abrazan, les ayudan a levantarse y sentarse y a utilizar los objetos que se les proporcionan… en definitiva, son parte activa de las clases. De esta forma, es para los dos una actividad semanal en la que participan unidos, en colaboración, lo cual refuerza y estimula el vínculo entre ambos, de una forma natural y positiva.

Una clase de Helen Doron English es tiempo de calidad que pasan juntos. Una hora en la que las dos partes están presentes, unidas y sin interrupciones, sin llamadas, sin tener que cocinar o poner lavadoras, en la que juegan, cantan, bailan, ríen y se lo pasan en grande. Y además, aprendiendo inglés.

En nuestras clases los bebés tienen la libertad suficiente como para moverse en el espacio de la clase con seguridad. El proceso habitual de cada actividad es: el teacher propone unos materiales, los bebés se acercan, interactúan durante unos minutos y vuelven entusiasmados con su padre o madre, normalmente sonrientes y felices y con ganas de abrazarle. Este ambiente tan positivo es altamente estimulante, y ayuda decisivamente a que ese vínculo afectivo se refuerce.

La metodología Helen Doron English se basa en compartir con los niños desde el amor y el respeto, por lo cual los teachers no solo son amables, divertidos y cariñosos, sino que también respetan las diferentes formas de aprender de cada bebé. Unos son más motrices y gatean alrededor del aula, a otros les despierta más interés las pelotas de colores que el profesor guarda en la caja. Estas diferencias son respetadas y tenidas en cuenta a la hora de diseñar actividades para las clases, tratando de llegar a todos por igual y desde distintos puntos de vista. Igualmente, también respeta la mayor o menor respuesta aparente del bebe en cada actividad, dejando que sean ellos mismos quienes decidan cuándo hacerla y cuándo permanecer en la compañía de su padre o madre.

Además, las clases fomentan el acercamiento físico. Habitualmente, los bebés comienzan las clases sobre sus padres, sentados o abrazados, y desde ahí van gateando o levantándose y volviendo al punto inicial un buen número de veces, y muchas canciones necesitan de la participación de ambos a la vez, los bebés abrazados a sus padres, que les mueven y hacen bailar.

Por último, el uso continuado del refuerzo positivo hace que los bebés se sientan seguros y felices en las clases, y ese momento de positividad y alegría es a su vez compartido con sus padres, lo cual ayuda, aún más, mejorar ese apego con nuestros bebés.

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Las clases de Helen Doron English refuerzan el apego con nuestros bebés

 Helen Doron English es un método capaz de enseñar inglés a niños y adolescentes de cualquier edad. Nuestros alumnos más pequeños tienen apenas unos pocos meses de vida, y muchos padres se preguntan cómo es posible que un bebé que ni siquiera sabe hablar en su propio idioma comience a aprender inglés. Sin embargo, está más que demostrado que los bebés tienen una extraordinaria capacidad innata para aprender idiomas.

En realidad, lo que hacemos en nuestras clases, cualquiera que sea la edad de nuestros alumnos, es seguir el proceso natural de aprendizaje, adaptado tanto los contenidos como las actividades a su desarrollo. En las clases de bebés (hasta aproximadamente los 3 años), los niños están acompañados por sus padres, por lo que de uno de los aspectos que más se trabaja en ellas es el apego con nuestros bebés. Los padres tienen un rol fundamental en las clases, se sientan en círculo con sus hijos muy cerca, los cogen en brazos, los abrazan, les ayudan a levantarse y sentarse y a utilizar los objetos que se les proporcionan… en definitiva, son parte activa de las clases. De esta forma, es para los dos una actividad semanal en la que participan unidos, en colaboración, lo cual refuerza y estimula el vínculo entre ambos, de una forma natural y positiva.

Una clase de Helen Doron English es tiempo de calidad que pasan juntos. Una hora en la que las dos partes están presentes, unidas y sin interrupciones, sin llamadas, sin tener que cocinar o poner lavadoras, en la que juegan, cantan, bailan, ríen y se lo pasan en grande. Y además, aprendiendo inglés.

En nuestras clases los bebés tienen la libertad suficiente como para moverse en el espacio de la clase con seguridad. El proceso habitual de cada actividad es: el teacher propone unos materiales, los bebés se acercan, interactúan durante unos minutos y vuelven entusiasmados con su padre o madre, normalmente sonrientes y felices y con ganas de abrazarle. Este ambiente tan positivo es altamente estimulante, y ayuda decisivamente a que ese vínculo afectivo se refuerce.

La metodología Helen Doron English se basa en compartir con los niños desde el amor y el respeto, por lo cual los teachers no solo son amables, divertidos y cariñosos, sino que también respetan las diferentes formas de aprender de cada bebé. Unos son más motrices y gatean alrededor del aula, a otros les despierta más interés las pelotas de colores que el profesor guarda en la caja. Estas diferencias son respetadas y tenidas en cuenta a la hora de diseñar actividades para las clases, tratando de llegar a todos por igual y desde distintos puntos de vista. Igualmente, también respeta la mayor o menor respuesta aparente del bebe en cada actividad, dejando que sean ellos mismos quienes decidan cuándo hacerla y cuándo permanecer en la compañía de su padre o madre.

Además, las clases fomentan el acercamiento físico. Habitualmente, los bebés comienzan las clases sobre sus padres, sentados o abrazados, y desde ahí van gateando o levantándose y volviendo al punto inicial un buen número de veces, y muchas canciones necesitan de la participación de ambos a la vez, los bebés abrazados a sus padres, que les mueven y hacen bailar.

Por último, el uso continuado del refuerzo positivo hace que los bebés se sientan seguros y felices en las clases, y ese momento de positividad y alegría es a su vez compartido con sus padres, lo cual ayuda, aún más, mejorar ese apego con nuestros bebés.