Una vez más, queremos recomendaros un cuento en inglés para los pequeños de la casa. En esta ocasión, pensando en los niños de entre 4 y 6 años, queremos hablarlos de “Giraffes can’t dance” uno de nuestros cuentos preferidos, que además hemos llevado a escena en más de una ocasión siendo siempre todo un éxito.

Este álbum ilustrado narra la historia de Geraldine, una adorable jirafa algo patosa e insegura, que vive en la jungla. Como cada año en la jungla todos los animales se preparan para el gran baile, los leones ensayan un tango, los rinocerontes un rock and roll, pero la pobre Geraldine sabe que lo suyo no es el baile, al fin y al cabo las jirafas no saben bailar…o eso es lo que dicen. Después de salir corriendo triste y hundida, Geraldine tiene la suerte de toparse con un grillo que le ayudará a darse cuenta de que ella pueda bailar, saltar y brincar mejor que nadie, sólo tiene que encontrar su música. Geraldine nos ayudará a descubrir que todos podemos hacer todo lo que nos propongamos, sólo tenemos que encontrar nuestra forma de hacerlo.

Podéis aprender muchísimo con este cuento en casa.

En el Reino unido son muchísimas los maestros que utilizan este magnífico cuento en sus aulas, por lo que podréis encontrar muchísimas actividades que pueden complementar su lectura en la red. Desde aquí os proponemos algunas:

• Para aprender los nombres en inglés de todos los animales del cuento podéis hacer un juego de cartas con los dibujos de cada animal. No olvidéis hacer dos copias de cada dibujo para poder jugar a las parejas escondidas o al memorión.

• Hacer caretas de cada animal, luego los pequeños pueden ponérselas y bailar con la música que les corresponde a cada uno de los animales.

• Hacer una jirafa con rollos de papel higiénico y de cocina. No sólo desarrollaremos la creatividad de los peques, sino que les inculcaremos el valor del reciclaje. Y sobre todo, ¡se lo pasarán en grande si utilizan pintura de dedos para decorarlas!

• Esta es una buena oportunidad para enseñarles a los niños distintos tipos de música, desde la música clásica del vals hasta el rock and roll más loco. Si además tenéis la suerte de tener algún instrumento en casa es el momento de practicar.

• Con este cuento también trabajamos a través del movimiento con los bailes que aparecen en él. Será divertido aprender cómo se baila un tango o un cha-cha. Después por ejemplo, podéis jugar a las estatuas congeladas, en el que los niños bailan cada uno de los bailes aleatoriamente hasta que la música se detiene y tienen que quedarse muy, muy quietos.

Además todas estas actividades no tienen fin, porque podéis añadir tantos animales, tipos de música y bailes como queráis, hasta crear vuestro propio cuento.