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Dogs don’t do ballet! Un cuento para los que son diferentes

dogs-dont-do-balletDogs don’t do ballet! Es un sobre todo un cuento divertido. Las peripecias de Biff te harán reir inevitablemente. El cuento bien podría llamarse Los perros no hacen ballet, las niñas no juegan al fútbol o los niños no lloran, porque su mensaje va mucho más allá de la historia en sí. Da igual si es un perro que quiere hacer ballet o un orangután que quiere ser un chef, lo importante es que nuestro protagonista no se conforma con lo que se supone que tiene que hacer y lucha por ser quién es, y por sus sueños, hasta conseguirlos. Aunque en realidad no da igual que sea un perro o un orangután, porque este perro es tan gracioso y encantador que os enamorará.

Biff tiene la suerte de tener por dueña a una niña que como a él le encanta el ballet, y entiende y comprende que su perro se emocione a la luz de la luna y sueñe con bailar el Danubio azul de puntillas en vez de correr tras zapatos viejos o beber agua del water. Claro que el padre de la pequeña no es tan tolerante, y no permite al pobre Biff ir a clases de ballet, ni al teatro, ni a nada. Pero nuestro héroe, como todo buen héroe tiene un plan B. Al estilo de las películas de espías, con gabardina, gafas y periódico en mano, Biff no se detendrá hasta hacer su sueño realidad… ¿lo conseguirá?

Dogs don’t do ballet! No es sólo un libro de éxito en el Reino Unido, sino también una obra de teatro que actualmente se representa en Londres. Y es que el propio final del cuento se desarrolla en un teatro, así que no podía ser de otra forma. Este cuento además inicia a los niños en el amor al teatro y a la danza desde una historia cómica y un poco loca, como si de un juego se tratase. Una preciosa y divertida historia con una mensaje de trabajo y esperanza detrás, y es que todos podemos hacer lo que nos propongamos, seamos quienes seamos.

Para disfrutar de este cuento en casa se nos ocurren algunas ideas:

–  Hacer un teatrito de marionetas en casa. Con un poco de cartón, papeles y telas de colores seguro que hacéis un fantástico teatro para vuestras marionetas. Para hacer las marionetas de papel dibujadlas, recortadlas y pegadles un palito detrás. Podéis hacer algunas bailarinas, o los personajes del cuento o incluso una orquesta con sus diferentes instrumentos. Los pequeños no sólo se divertirán con el teatro, sino que ayudaremos a trabajar su concentración y creatividad con esta actividad.

– Es una buena excusa para iniciar a los pequeños en la música clásica. Basta con poner la música de fondo y bailar y correr por la habitación. También podéis buscar algún video de grandes ballets, son en general demasiado largos para los niños, pero ver algunos minutos les encantará. Os recomiendo el cascanueces, en concreto hay una versión de Disney, que prácticamente es una película para niños, ¡a quién no le puede divertir la historia de los juguetes que cobran vida! Disney también tiene su propia versión del cascanueces en la película fantasía, pero aquí en vez de bailarinas son setas saltarinas, o pececitos nadando… ¡quizás es rizar mucho el rizo!

–  Aprender las posturas básicas de ballet.  Las posturas básicas de ballet clásico son seis, tanto las posturas de pies como de manos. Son muy sencillas, y a los niños les divertirá imitar los dibujos que les enseñéis. Podéis buscarlas en un libro sobre ballet, o en la web.

– Podéis jugar a los espías disfrazándoos como Biff, y jugar a perseguir a papá o a mamá sin que se den cuenta. Se necesita un cómplice y una buena dosis de buen humor para este juego.

–  Por último podéis hacer un tutú de bailarina. Pueden hacerlo los propios niños porque no hacen falta dar ni una puntada, se hace a base de nudos. Seguro que quedan geniales, y ……a bailar!!

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Dogs don’t do ballet! Un cuento para los que son diferentes

dogs-dont-do-balletDogs don’t do ballet! Es un sobre todo un cuento divertido. Las peripecias de Biff te harán reir inevitablemente. El cuento bien podría llamarse Los perros no hacen ballet, las niñas no juegan al fútbol o los niños no lloran, porque su mensaje va mucho más allá de la historia en sí. Da igual si es un perro que quiere hacer ballet o un orangután que quiere ser un chef, lo importante es que nuestro protagonista no se conforma con lo que se supone que tiene que hacer y lucha por ser quién es, y por sus sueños, hasta conseguirlos. Aunque en realidad no da igual que sea un perro o un orangután, porque este perro es tan gracioso y encantador que os enamorará.

Biff tiene la suerte de tener por dueña a una niña que como a él le encanta el ballet, y entiende y comprende que su perro se emocione a la luz de la luna y sueñe con bailar el Danubio azul de puntillas en vez de correr tras zapatos viejos o beber agua del water. Claro que el padre de la pequeña no es tan tolerante, y no permite al pobre Biff ir a clases de ballet, ni al teatro, ni a nada. Pero nuestro héroe, como todo buen héroe tiene un plan B. Al estilo de las películas de espías, con gabardina, gafas y periódico en mano, Biff no se detendrá hasta hacer su sueño realidad… ¿lo conseguirá?

Dogs don’t do ballet! No es sólo un libro de éxito en el Reino Unido, sino también una obra de teatro que actualmente se representa en Londres. Y es que el propio final del cuento se desarrolla en un teatro, así que no podía ser de otra forma. Este cuento además inicia a los niños en el amor al teatro y a la danza desde una historia cómica y un poco loca, como si de un juego se tratase. Una preciosa y divertida historia con una mensaje de trabajo y esperanza detrás, y es que todos podemos hacer lo que nos propongamos, seamos quienes seamos.

Para disfrutar de este cuento en casa se nos ocurren algunas ideas:

–  Hacer un teatrito de marionetas en casa. Con un poco de cartón, papeles y telas de colores seguro que hacéis un fantástico teatro para vuestras marionetas. Para hacer las marionetas de papel dibujadlas, recortadlas y pegadles un palito detrás. Podéis hacer algunas bailarinas, o los personajes del cuento o incluso una orquesta con sus diferentes instrumentos. Los pequeños no sólo se divertirán con el teatro, sino que ayudaremos a trabajar su concentración y creatividad con esta actividad.

– Es una buena excusa para iniciar a los pequeños en la música clásica. Basta con poner la música de fondo y bailar y correr por la habitación. También podéis buscar algún video de grandes ballets, son en general demasiado largos para los niños, pero ver algunos minutos les encantará. Os recomiendo el cascanueces, en concreto hay una versión de Disney, que prácticamente es una película para niños, ¡a quién no le puede divertir la historia de los juguetes que cobran vida! Disney también tiene su propia versión del cascanueces en la película fantasía, pero aquí en vez de bailarinas son setas saltarinas, o pececitos nadando… ¡quizás es rizar mucho el rizo!

–  Aprender las posturas básicas de ballet.  Las posturas básicas de ballet clásico son seis, tanto las posturas de pies como de manos. Son muy sencillas, y a los niños les divertirá imitar los dibujos que les enseñéis. Podéis buscarlas en un libro sobre ballet, o en la web.

– Podéis jugar a los espías disfrazándoos como Biff, y jugar a perseguir a papá o a mamá sin que se den cuenta. Se necesita un cómplice y una buena dosis de buen humor para este juego.

–  Por último podéis hacer un tutú de bailarina. Pueden hacerlo los propios niños porque no hacen falta dar ni una puntada, se hace a base de nudos. Seguro que quedan geniales, y ……a bailar!!