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“¡Me aburro!” 13 ideas para que los niños pasen un verano divertido (ideal para familias trabajadoras) 

¡Estamos de vacaciones! Tenemos tiempo libre, podemos descansar, divertirnos y hacer esas pequeñas cosillas pendientes que hemos ido dejando a lo largo de todo el año. Normalmente, los adultos nunca nos aburrimos en vacaciones, ¡tenemos incluso demasiados planes por realizar! Pero a veces, los niños, acostumbrados a la rutina del invierno, con el colegio y las actividades extraescolares, no saben qué hacer con tanto tiempo libre. En algunos casos, uno de los progenitores está trabajando mientras que el otro ya tiene sus vacaciones. En otros, estamos todos de vacaciones, o ninguno, y los niños deben quedarse con los abuelos o asistir a una Escuela o Campamento de Verano

Pero hoy nos queremos dirigir a esos papás, mamás o abuelos que tienen a los nenes en casa. Os vamos a proponer unas cuantas actividades para realizar con ellos, ¡no todo ha de ser playa o piscina! Por supuesto que podréis visitar un parque acuático o de atracciones, ir al cine, al teatro o visitar los museos de vuestra ciudad o de alguna población cercana. Pero el verano tiene muchos días y los días son muy largos. Así que tomad nota de nuestras sugerencias: actividades sencillas, fresquitas y que seguro os harán pasar un rato muy agradable y divertido

 1. Pintar con los dedos en papel de mantel. 

Si tenéis patio, terraza o jardín, tenéis un tesoro. Aquí podéis colocar un buen trozo de papel blanco de mantel. Aunque si no, no os preocupéis: la cocina, el salón o incluso el patio de luces pueden ser un lugar ideal para la actividad que os proponemos. Sólo necesitáis mantel de papel blanco, unos lápices para marcar el dibujo y pintura de dedos. Además, todos podéis participar, ¡la diversión está asegurada! Podéis elaborar un mural colorido o varios. Para decorar la terraza, el cuarto de juegos o el pasillo de casa. ¡Igual descubrís a un pequeño artista! Probadlo, la experiencia merece la pena. Y no os preocupéis demasiado por las manchas, la pintura de dedos se elimina con agua. 

2. Recuperar los recortables. 

¿Os acordáis de los famosos recortables de cuando éramos pequeños? Había unos muñequitos de papel a los que teníamos que vestir. Se trataba de recortar los vestidos, también en papel, que llevaban unas pestañas para poderlos sujetar. En la actualidad, la red nos ofrece un sinfín de recortables que seguro que os encantarán. Podéis elegir entre distintas temáticas, no sólo de ropa. Por ejemplo, los de las partes del cuerpo son muy recomendables. Se trata de pintar, recortar y luego pegar en un folio aparte la figura completa con todas sus partes en el lugar correcto. Os aseguramos un buen rato divertido y educativo, especialmente para los más pequeños, que repasarán vocabulario mientras trabajan su motricidad fina. Tened en cuenta que las tijeras son mágicas, los niños las suelen adorar, así que vigilad que no recorten demasiado… 

3. Ver la salida o la puesta del sol y salir a ver las estrellas. 

El verano es una época fantástica para realizar actividades al aire libre. Después del colegio y el invierno, apetece disfrutar del sol, la playa, el campo o la montaña. Pero cuidado con el calor. Si queremos programar actividades exteriores con niños, debemos tener en cuenta la temperatura. Tanto si vamos a la playa como a la piscina, trataremos de evitar las horas centrales del día. Y, siempre, beberemos mucha agua y nos protegeremos la piel con crema solar, varias veces si estamos mucho rato expuestos al sol. Tened en cuenta que una crema de factor 50 nos protege durante 50 minutos. O una crema de factor 30, sólo durante media hora. 

Por ello, si queremos salir y no nos vamos a bañar, recomendamos especialmente hacerlo a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Estos momentos son fantásticos para las actividades que os proponemos en este caso: ver la salida o la puesta de sol, o salir a ver las estrellas. Preparad la excursión con mimo: buscad un lugar elevado, o la playa, e informaros bien sobre la mejor hora para ir. Tened en cuenta vuestro lugar de residencia o de vacaciones. Si estáis en la Costa Blanca, la salida del sol es por el mar. Aunque si estáis en la Costa de Galicia, el sol se pondrá en la playa. En el caso de la excursión nocturna, prepararos también antes: llevaros protección para mosquitos y un mapa con las principales estrellas y constelaciones para explicar a vuestros hijos. Seguro que la experiencia les encantará. 

Acompañar estas excursiones con un pícnic fresquito también es ideal: un buen desayuno si vamos por la mañana, una merienda-cena si queremos ver la puesta de sol o unos snacks para la noche: pinchitos de fruta, sándwiches, rosquilletas, zumos o batidos son siempre una buena opción. 

4. Cultivar un pequeño huerto. 

Si vivís en el campo, seguro que sabréis lo bien que se lo pueden pasar los niños viendo crecer las plantas y los árboles, recolectando frutos o conociendo todo tipo de insectos. Aunque si no es así, también podéis vivir un poco la experiencia con un pequeño huerto casero. En el jardín, la terraza o en el patio de luces, sólo tenéis que plantar unas semillas o comprar ya las plantas pequeñas y esperar a que crezcan. En las bolsitas de semillas ya suelen indicar el cuidado más indicado para la planta en cuestión. Aseguraros de plantar cada variedad en su estación correcta, ahora es momento de recolectar berenjenas y tomates. En el caso de los tomates cherry, ¡los niños se los comen como gominolas! Una actividad saludable que les ayudará a comer sano, a cuidar de un ser vivo y a tener paciencia. 

5. Juegos de agua. 

Una actividad que siempre triunfa en verano son los juegos de agua. Animaros a jugar con ellos y no tengáis miedo de acabar mojados, lo pasaréis en grande. Podéis jugar a pasaros globos de agua, a hacer competiciones llevando agua de un cubo a otro con esponjas, a hacer pompas de jabón, etc. Eso sí, cuidado con los resbalones: si lo hacéis sobre suelo pavimentado, procurad llevar unas chanclas o zapatillas de goma. ¡Y listo! ¡A refrescarse y divertirse con los hijos! 

6. Escribir postales a la familia. 

Seguramente esta actividad será completamente nueva y revolucionaria para vuestros hijos, ¡enviar postales por correo, a la forma tradicional! Además, las podéis elaborar vosotros mismos, con una cartulina bonita, un dibujo recortado y pegado, con purpurina, flores frescas o una foto. Les encantará prepararlas, y, a sus destinatarios, recibirlas. ¡Sobre todo si son los abuelos! Las guardarán como el mayor de sus tesoros. 

7. Visitar a los amigos 

¿Cuántas veces hemos dicho aquello de “a ver cuándo quedamos y tomamos un café”? ¿Por qué no lo hacemos realidad este verano? A veces nos puede dar un poco de pereza, pero, si nos animamos, después seguro que nos alegra haberlo hecho. Visitar a familiares que no vemos a menudo, a viejos amigos o compañeros de colegio siempre puede ser un buen plan en vacaciones, también con niños. Además, animaremos a nuestros hijos a ser más sociables y a conocer gente. Incluso, si las personas que visitamos tienen nenes pequeños, nuestros hijos también podrán hacer nuevos amigos. 

8. Hacer polos caseros de fruta. 

Que a los niños les gusta la cocina es un hecho. Sobre todo, en invierno, cuando hace mucho frío, hacer unas buenas galletas o un bizcocho nos puede salvar la tarde. El verano es diferente, pero preparar unos sencillos polos caseros por la mañana para tomarlos en el postre o a la hora de la merienda siempre puede ser una buena idea. Os recomendamos optar por alimentos saludables: frutas naturales, zumos, leche o yogur, todos son deliciosos. 

Si los nenes son más mayores y queréis preparar algo más elaborado, os proponemos hacer helado de yogur con galleta y mermelada de fresa. Los pasos a seguir serían: 

– Triturar las galletas y mezclarlas con el yogur. 

– Introducir la mitad de la mezcla del yogur en moldes para helado (hasta la mitad del molde), y dejarlo en el congelador durante media hora. 

– Añadir a los moldes mermelada de fresa y colocarlo de nuevo en el congelador por 30 minutos más para que endurezca. 

– Añadir la otra mitad de la mezcla del yogur hasta completar los moldes y colocar los palitos para sostener los helados. 

– Dejarlo reposar en el congelador hasta que esté listo. 

– Disfrutarlo como merienda o postre en familia o con amigos. 

Si os gusta la cocina, os recomendamos nuestro post sobre recetas sanas y sabrosas para niños en verano

9. Disfrutar de las fiestas de pueblo o de barrio. 

Tanto si estáis de vacaciones como si no, consultar la cartelera o la agenda de actividades de vuestro lugar de residencia siempre es muy recomendable. Tanto la de vuestro pueblo o barrio como la de los pueblos o barrios vecinos. Seguro que encontraréis actividades divertidas para toda la familia: parques acuáticos, fiestas de la espuma, cuentacuentos, talleres infantiles… Además, estas actividades suelen ser gratuitas e ideales para conocer a vuestros vecinos

10. Visitar los mercadillos al aire libre. 

Seguro que cerca de vosotros se celebra algún mercado al aire libre. En las zonas turísticas es muy común que sea de tarde-noche, pero también es habitual encontrarlos por la mañana: mercados artesanos, con frutas y verduras frescas, rastros, temáticos, de segunda mano… Las opciones son infinitas. Además, algunos de ellos incluyen también actividades para los más pequeños, como animación infantil o castillos hinchables. ¡Un buen plan para toda la familia! 

 11. Visitar una protectora de animales. 

Probablemente este verano tengáis prevista alguna visita al zoo o a alguna instalación con animales, ¡a los niños les encantan! Pero ¿habéis pensado en visitar una protectora de animales? Podéis aprovechar para hacer una donación al centro, como llevarles comida en lata o algunos snacks, seguro que lo agradecerán. Os podéis informar primero llamando a la protectora para saber el mejor momento para visitarles y qué productos necesitarían ahora mismo. En algunas protectoras de perritos, por ejemplo, incluso pueden dejar que los paseéis. Además de un día diferente, les estaréis enseñado a vuestros hijos valores solidarios y a cuidar de los animales. Mejor, imposible. 

12. Elaborar collares y pulseras. 

En la actualidad podemos encontrar fácilmente en las tiendas de juguetes o los centros comerciales juegos con piezas para elaborar pulseras o collares. Las piezas tienen formas y dibujos variados que las hacen muy atractivas. Son una opción fantástica para pasar unas cuantas tardes agradables. Pero recordad que también podéis utilizar los recursos de toda la vida: macarrones, conchitas o cualquier tipo de pasta que podamos ir enganchando. El hilo más recomendable y resistente es el de pescar, que también se puede adquirir fácilmente en cualquier bazar. Y, además, también podéis decorar las piezas de pasta. ¿Recordáis cuando las pintábamos de pequeños? Pasábamos unos ratos geniales, y seguro que os encantará revivirlos con vuestros hijos. Pero cuidado si son demasiado pequeños: se pueden llevar las piezas pequeñas a la boca y atragantarse. Así que esta actividad nunca se debe realizar con niños menores de 3 años

13. Visitar las bibliotecas. 

Animar a los niños a la lectura siempre es positivo. Leer les ayudará a concentrarse, a mejorar su escritura, vocabulario y expediente académico, y también, a divertirse. La lectura puede ser apasionante, se puede practicar a cualquier hora del día o de la noche y no se necesitan cables ni baterías, ¡todo son ventajas! En este mismo blog encontraréis unos cuantos artículos sobre lecturas recomendadas y sobre cómo conseguir que vuestros hijos sean lectores

Por ello, también en verano, os recomendamos visitar una biblioteca. Además de que son fresquitas y tienen horarios bastante amplios, suelen programar actividades de animación lectora y tienen cuentos, juegos y libros para todas las edades. ¡Preguntad al personal bibliotecario! Seguro que os aconsejan varias opciones ideales para vuestros hijos. 

Al final, de lo que se trata es de no agobiarse demasiado. Los niños han estado todo un curso muy ocupados y ahora lo que quieren es divertirse y pasar más tiempo con sus papás. Aprovechad el momento porque van a crecer muy rápido. Y también es bueno que les animéis a descansar y a relajarse, ¡estáis de vacaciones! 

¡Y a disfrutar del verano! 

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“¡Me aburro!” 13 ideas para que los niños pasen un verano divertido (ideal para familias trabajadoras) 

¡Estamos de vacaciones! Tenemos tiempo libre, podemos descansar, divertirnos y hacer esas pequeñas cosillas pendientes que hemos ido dejando a lo largo de todo el año. Normalmente, los adultos nunca nos aburrimos en vacaciones, ¡tenemos incluso demasiados planes por realizar! Pero a veces, los niños, acostumbrados a la rutina del invierno, con el colegio y las actividades extraescolares, no saben qué hacer con tanto tiempo libre. En algunos casos, uno de los progenitores está trabajando mientras que el otro ya tiene sus vacaciones. En otros, estamos todos de vacaciones, o ninguno, y los niños deben quedarse con los abuelos o asistir a una Escuela o Campamento de Verano

Pero hoy nos queremos dirigir a esos papás, mamás o abuelos que tienen a los nenes en casa. Os vamos a proponer unas cuantas actividades para realizar con ellos, ¡no todo ha de ser playa o piscina! Por supuesto que podréis visitar un parque acuático o de atracciones, ir al cine, al teatro o visitar los museos de vuestra ciudad o de alguna población cercana. Pero el verano tiene muchos días y los días son muy largos. Así que tomad nota de nuestras sugerencias: actividades sencillas, fresquitas y que seguro os harán pasar un rato muy agradable y divertido

 1. Pintar con los dedos en papel de mantel. 

Si tenéis patio, terraza o jardín, tenéis un tesoro. Aquí podéis colocar un buen trozo de papel blanco de mantel. Aunque si no, no os preocupéis: la cocina, el salón o incluso el patio de luces pueden ser un lugar ideal para la actividad que os proponemos. Sólo necesitáis mantel de papel blanco, unos lápices para marcar el dibujo y pintura de dedos. Además, todos podéis participar, ¡la diversión está asegurada! Podéis elaborar un mural colorido o varios. Para decorar la terraza, el cuarto de juegos o el pasillo de casa. ¡Igual descubrís a un pequeño artista! Probadlo, la experiencia merece la pena. Y no os preocupéis demasiado por las manchas, la pintura de dedos se elimina con agua. 

2. Recuperar los recortables. 

¿Os acordáis de los famosos recortables de cuando éramos pequeños? Había unos muñequitos de papel a los que teníamos que vestir. Se trataba de recortar los vestidos, también en papel, que llevaban unas pestañas para poderlos sujetar. En la actualidad, la red nos ofrece un sinfín de recortables que seguro que os encantarán. Podéis elegir entre distintas temáticas, no sólo de ropa. Por ejemplo, los de las partes del cuerpo son muy recomendables. Se trata de pintar, recortar y luego pegar en un folio aparte la figura completa con todas sus partes en el lugar correcto. Os aseguramos un buen rato divertido y educativo, especialmente para los más pequeños, que repasarán vocabulario mientras trabajan su motricidad fina. Tened en cuenta que las tijeras son mágicas, los niños las suelen adorar, así que vigilad que no recorten demasiado… 

3. Ver la salida o la puesta del sol y salir a ver las estrellas. 

El verano es una época fantástica para realizar actividades al aire libre. Después del colegio y el invierno, apetece disfrutar del sol, la playa, el campo o la montaña. Pero cuidado con el calor. Si queremos programar actividades exteriores con niños, debemos tener en cuenta la temperatura. Tanto si vamos a la playa como a la piscina, trataremos de evitar las horas centrales del día. Y, siempre, beberemos mucha agua y nos protegeremos la piel con crema solar, varias veces si estamos mucho rato expuestos al sol. Tened en cuenta que una crema de factor 50 nos protege durante 50 minutos. O una crema de factor 30, sólo durante media hora. 

Por ello, si queremos salir y no nos vamos a bañar, recomendamos especialmente hacerlo a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Estos momentos son fantásticos para las actividades que os proponemos en este caso: ver la salida o la puesta de sol, o salir a ver las estrellas. Preparad la excursión con mimo: buscad un lugar elevado, o la playa, e informaros bien sobre la mejor hora para ir. Tened en cuenta vuestro lugar de residencia o de vacaciones. Si estáis en la Costa Blanca, la salida del sol es por el mar. Aunque si estáis en la Costa de Galicia, el sol se pondrá en la playa. En el caso de la excursión nocturna, prepararos también antes: llevaros protección para mosquitos y un mapa con las principales estrellas y constelaciones para explicar a vuestros hijos. Seguro que la experiencia les encantará. 

Acompañar estas excursiones con un pícnic fresquito también es ideal: un buen desayuno si vamos por la mañana, una merienda-cena si queremos ver la puesta de sol o unos snacks para la noche: pinchitos de fruta, sándwiches, rosquilletas, zumos o batidos son siempre una buena opción. 

4. Cultivar un pequeño huerto. 

Si vivís en el campo, seguro que sabréis lo bien que se lo pueden pasar los niños viendo crecer las plantas y los árboles, recolectando frutos o conociendo todo tipo de insectos. Aunque si no es así, también podéis vivir un poco la experiencia con un pequeño huerto casero. En el jardín, la terraza o en el patio de luces, sólo tenéis que plantar unas semillas o comprar ya las plantas pequeñas y esperar a que crezcan. En las bolsitas de semillas ya suelen indicar el cuidado más indicado para la planta en cuestión. Aseguraros de plantar cada variedad en su estación correcta, ahora es momento de recolectar berenjenas y tomates. En el caso de los tomates cherry, ¡los niños se los comen como gominolas! Una actividad saludable que les ayudará a comer sano, a cuidar de un ser vivo y a tener paciencia. 

5. Juegos de agua. 

Una actividad que siempre triunfa en verano son los juegos de agua. Animaros a jugar con ellos y no tengáis miedo de acabar mojados, lo pasaréis en grande. Podéis jugar a pasaros globos de agua, a hacer competiciones llevando agua de un cubo a otro con esponjas, a hacer pompas de jabón, etc. Eso sí, cuidado con los resbalones: si lo hacéis sobre suelo pavimentado, procurad llevar unas chanclas o zapatillas de goma. ¡Y listo! ¡A refrescarse y divertirse con los hijos! 

6. Escribir postales a la familia. 

Seguramente esta actividad será completamente nueva y revolucionaria para vuestros hijos, ¡enviar postales por correo, a la forma tradicional! Además, las podéis elaborar vosotros mismos, con una cartulina bonita, un dibujo recortado y pegado, con purpurina, flores frescas o una foto. Les encantará prepararlas, y, a sus destinatarios, recibirlas. ¡Sobre todo si son los abuelos! Las guardarán como el mayor de sus tesoros. 

7. Visitar a los amigos 

¿Cuántas veces hemos dicho aquello de “a ver cuándo quedamos y tomamos un café”? ¿Por qué no lo hacemos realidad este verano? A veces nos puede dar un poco de pereza, pero, si nos animamos, después seguro que nos alegra haberlo hecho. Visitar a familiares que no vemos a menudo, a viejos amigos o compañeros de colegio siempre puede ser un buen plan en vacaciones, también con niños. Además, animaremos a nuestros hijos a ser más sociables y a conocer gente. Incluso, si las personas que visitamos tienen nenes pequeños, nuestros hijos también podrán hacer nuevos amigos. 

8. Hacer polos caseros de fruta. 

Que a los niños les gusta la cocina es un hecho. Sobre todo, en invierno, cuando hace mucho frío, hacer unas buenas galletas o un bizcocho nos puede salvar la tarde. El verano es diferente, pero preparar unos sencillos polos caseros por la mañana para tomarlos en el postre o a la hora de la merienda siempre puede ser una buena idea. Os recomendamos optar por alimentos saludables: frutas naturales, zumos, leche o yogur, todos son deliciosos. 

Si los nenes son más mayores y queréis preparar algo más elaborado, os proponemos hacer helado de yogur con galleta y mermelada de fresa. Los pasos a seguir serían: 

– Triturar las galletas y mezclarlas con el yogur. 

– Introducir la mitad de la mezcla del yogur en moldes para helado (hasta la mitad del molde), y dejarlo en el congelador durante media hora. 

– Añadir a los moldes mermelada de fresa y colocarlo de nuevo en el congelador por 30 minutos más para que endurezca. 

– Añadir la otra mitad de la mezcla del yogur hasta completar los moldes y colocar los palitos para sostener los helados. 

– Dejarlo reposar en el congelador hasta que esté listo. 

– Disfrutarlo como merienda o postre en familia o con amigos. 

Si os gusta la cocina, os recomendamos nuestro post sobre recetas sanas y sabrosas para niños en verano

9. Disfrutar de las fiestas de pueblo o de barrio. 

Tanto si estáis de vacaciones como si no, consultar la cartelera o la agenda de actividades de vuestro lugar de residencia siempre es muy recomendable. Tanto la de vuestro pueblo o barrio como la de los pueblos o barrios vecinos. Seguro que encontraréis actividades divertidas para toda la familia: parques acuáticos, fiestas de la espuma, cuentacuentos, talleres infantiles… Además, estas actividades suelen ser gratuitas e ideales para conocer a vuestros vecinos

10. Visitar los mercadillos al aire libre. 

Seguro que cerca de vosotros se celebra algún mercado al aire libre. En las zonas turísticas es muy común que sea de tarde-noche, pero también es habitual encontrarlos por la mañana: mercados artesanos, con frutas y verduras frescas, rastros, temáticos, de segunda mano… Las opciones son infinitas. Además, algunos de ellos incluyen también actividades para los más pequeños, como animación infantil o castillos hinchables. ¡Un buen plan para toda la familia! 

 11. Visitar una protectora de animales. 

Probablemente este verano tengáis prevista alguna visita al zoo o a alguna instalación con animales, ¡a los niños les encantan! Pero ¿habéis pensado en visitar una protectora de animales? Podéis aprovechar para hacer una donación al centro, como llevarles comida en lata o algunos snacks, seguro que lo agradecerán. Os podéis informar primero llamando a la protectora para saber el mejor momento para visitarles y qué productos necesitarían ahora mismo. En algunas protectoras de perritos, por ejemplo, incluso pueden dejar que los paseéis. Además de un día diferente, les estaréis enseñado a vuestros hijos valores solidarios y a cuidar de los animales. Mejor, imposible. 

12. Elaborar collares y pulseras. 

En la actualidad podemos encontrar fácilmente en las tiendas de juguetes o los centros comerciales juegos con piezas para elaborar pulseras o collares. Las piezas tienen formas y dibujos variados que las hacen muy atractivas. Son una opción fantástica para pasar unas cuantas tardes agradables. Pero recordad que también podéis utilizar los recursos de toda la vida: macarrones, conchitas o cualquier tipo de pasta que podamos ir enganchando. El hilo más recomendable y resistente es el de pescar, que también se puede adquirir fácilmente en cualquier bazar. Y, además, también podéis decorar las piezas de pasta. ¿Recordáis cuando las pintábamos de pequeños? Pasábamos unos ratos geniales, y seguro que os encantará revivirlos con vuestros hijos. Pero cuidado si son demasiado pequeños: se pueden llevar las piezas pequeñas a la boca y atragantarse. Así que esta actividad nunca se debe realizar con niños menores de 3 años

13. Visitar las bibliotecas. 

Animar a los niños a la lectura siempre es positivo. Leer les ayudará a concentrarse, a mejorar su escritura, vocabulario y expediente académico, y también, a divertirse. La lectura puede ser apasionante, se puede practicar a cualquier hora del día o de la noche y no se necesitan cables ni baterías, ¡todo son ventajas! En este mismo blog encontraréis unos cuantos artículos sobre lecturas recomendadas y sobre cómo conseguir que vuestros hijos sean lectores

Por ello, también en verano, os recomendamos visitar una biblioteca. Además de que son fresquitas y tienen horarios bastante amplios, suelen programar actividades de animación lectora y tienen cuentos, juegos y libros para todas las edades. ¡Preguntad al personal bibliotecario! Seguro que os aconsejan varias opciones ideales para vuestros hijos. 

Al final, de lo que se trata es de no agobiarse demasiado. Los niños han estado todo un curso muy ocupados y ahora lo que quieren es divertirse y pasar más tiempo con sus papás. Aprovechad el momento porque van a crecer muy rápido. Y también es bueno que les animéis a descansar y a relajarse, ¡estáis de vacaciones! 

¡Y a disfrutar del verano!