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All you need is love: la crianza con apego

crianza apego 4«All you need is love», decían los Beatles. Quizá pueda parecer ingenuo, pero yo creo firmemente en esta frase. Por supuesto, las personas tenemos otras muchas necesidades importantes, pero el error está en considerar el amor como una necesidad secundaria. Los seres humanos necesitamos ser amados, sentirnos valorados tanto como necesitamos alimentarnos. Además, ambas necesidades tienen algo en común: se inician desde el momento en el que nacemos. Todos sabemos que un bebé mal alimentado tendrá problemas de desarrollo, de salud, pero pocos se plantean que un bebé que no sea criado con amor, que no establezca un vínculo afectivo con sus padres (o sus criadores), también tendrá problemas de desarrollo, en este caso emocional y psicológico.

El vínculo que se crea con un hijo en los primeros meses de vida es fundamental para su desarrollo como persona y afectará a como él mismo se relacione con los demás. Pero, ¿cómo se consigue que este vínculo sea sólido y seguro? La respuesta está en la crianza con apego.

crianza apego 3

La crianza con apego (attachment parenting) es un término acuñado por el pediatra americano William Sears, basándose en la teoría del apego de John Bowlby. En 1951, este psicólogo estableció mediante sus estudios que los niños tienden de forma natural a buscar una figura con la que se sienten seguros, ya que esta es sensible a cubrir sus necesidades, tanto físicas como emocionales. Cuando esta figura no está presente, los niños pueden desarrollar problemas de hostilidad y dificultades para desarrollarse con los demás en la edad adulta como demostró Bowlby, ya que según esta teoría, los niños están «diseñados» biológicamente para estar apegados a sus padres, no sólo porque estos puedan cubrir sus necesidades, sino porque son seres profundamente sociales. Pero aunque esta figura esté presente, puede ser que no cubra las necesidades del niño de forma correcta, lo que creará un vínculo poco sólido que también puede conllevar dificultades psicológicas en su vida.

Siguiendo esta teoría, William Sears estableció que la mejor forma de crear un vínculo sólido, precursor de la seguridad y la empatía de las relaciones personales en la edad adulta, es criar a los niños con apego; es decir, tratar de comprender las necesidades psicológicas de los niños, con la finalidad de no hacerse expectativas poco realistas de la conducta infantil. Según este método, disciplina significa orientar a los niños, mostrarles las consecuencias naturales de sus actos, descartando los medios punitivos.

crianza apego 1El doctor Sears, tomando como premisa que las necesidades de un bebé y sus deseos son una misma cosa durante los primeros meses de vida, incluso durante los primeros años, da ocho premisas básicas para afrontar un cuidado cariñoso del bebé que responda a sus necesidades, tanto fisiológicas como emocionales. Estas premisas son conocidas como las 8 «B»: Bithbonding (vínculo afectivo desde el nacimiento), breastfeeding (lactancia), babywearing (llevar al bebé encima y no en el carrito), beding close to baby (colecho), belief in the language value of the baby’s cry (comprender que el llanto es la forma del bebé de comunicarse), beware of baby trainers (tener cuidado con los estilos de crianza rígida), balance (mantener el equilibrio) y both (intentar que ambos padres se impliquen en la crianza).
Nuestro estilo de vida actual puede hacer algo difícil cumplir todas estas premisas pero, ¿significa eso que debemos descartar la crianza con apego? Por supuesto que no. La crianza con apego no es un conjunto de normas, precisamente huye de eso. Es una filosofía de vida, una forma de entender y tratar a los niños que se basa en entender sus necesidades y, sobre todo, no esperar de los niños comportamientos impropios de su edad para evitar frustraciones.

Como ya hemos dicho antes, los niños están biológicamente  preparados para estar con sus padres, por lo que la separación de estos les produce ansiedad, y es por eso por lo que van a llorar. La única forma de calmar esta ansiedad es el contacto físico con la figura de apego del bebé. Esto evidentemente choca con la crianza tradicional, en la que se pretende que los niños se conviertan en seres independientes al ignorar su llanto, ya que si no serán consentidos y sabrán que los padres acudirán cada vez que lloren. Esto es erróneo por tres motivos: primero, porque como dice una de las premisas del doctor Sears, el llanto es la herramienta de comunicación de un bebé, le sirve para reclamar que se cubran sus necesidades. Y sí, estas necesidades pueden ser físicas, como comer o tener algún dolor, pero también emocionales, y no por ello deben ser ignoradas. Un bebé es incapaz llorar para manipular.

crianza apego 5Además, ignorar sus necesidades emocionales provocará que un futuro los niños sean incapaces de transmitir esas necesidades a sus padres o a otras personas, incluso ya en la edad adulta. Por último, hay que recordar que esas necesidades no son para siempre; igual que un bebé va reduciendo poco a poco la frecuencia de sus comidas, irá modificando también sus necesidades emocionales y, por ejemplo, cuando empiece a andar o a gatear ya no necesitará la seguridad de unos brazos que lo sostengan, sino simplemente una mano a la que agarrarse. La base de la crianza con apego radica en identificar estas necesidades e ir modificando como se cubren, de manera que los niños, por sí solos, irán consiguiendo sus objetivos. Nunca podemos pensar que vamos a malcriar a un niño o que este va a ser menos independiente por darle amor, porque es otra necesidad más, igual que jamás se nos ocurriría pensar que lo malcriamos por darle de comer o jamás pretenderíamos que, con unos pocos meses, los niños se preparasen su comida solos.

crianza apego 2

Los primeros meses de vida de un bebé, por tanto, son importantísimos para su desarrollo personal. La relación que este establezca con sus padres, con el mundo y con sí mismo, afectarán totalmente en su vida adulta. Un bebé que ha establecido un vínculo seguro con sus padres o criadores, al que se le han cubierto todas las necesidades, tanto físicas como psicológicas, será un adulto equilibrado, sin problemas de autoestima y capaz de salir al mundo. Eso es algo que también sabemos en Helen Doron, y por ello nuestros cursos, especialmente Baby’s Best Start, están diseñados para fomentar ese vínculo, a través de actividades que provoquen el contacto físico, los abrazos, los besos, con los padres. De esta forma, los bebés, mediante la conexión con sus padres y con ellos mismos, desarrollarán su autoestima de una forma muy favorable. Y como también sabemos en Helen Doron, el refuerzo de esta autoestima, que los niños se sientan seguros e independientes pero apoyados a la vez, es la base de un proceso de aprendizaje exitoso. Nos quedamos con las palabras de Eduard Punset, que creo que resumen a la perfección todo lo que os hemos contado:
“Hay que querer a los hijos incondicionalmente. Se trata de uno de los descubrimientos más recientes e impactantes de los mecanismos afectivos. La manera más expeditiva de poner remedio a tanto desgobierno sentimental y a la depredación afectiva consiste, precisamente, en aceptar de una vez por todas que sin amor incondicional no hay proceso de aprendizaje posible. No hace falta descubrir la pólvora y dar con la mezcla ideal de recompensa y castigo para el aprendizaje. Querer a los hijos incondicionalmente no significa querer todos sus actos, sino hacerles sentir que existe un lugar, su hogar, donde son amados y protegidos por lo que son intrínsecamente.”

Para saber más…

– Loving Hands, Frederick Leboyer
– The Continuum concept, Jean Liedloff
– The Scientification of love, Michel Odent
– Bésame mucho, Carlos González
– Un regalo para toda la vida, Carlos González
– Dormir sin lágrimas, Rosa Jové
– Educar para ser, Rebeca Wild

Mónica Méndez, teacher de Helen Doron Montequinto

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All you need is love: la crianza con apego

crianza apego 4«All you need is love», decían los Beatles. Quizá pueda parecer ingenuo, pero yo creo firmemente en esta frase. Por supuesto, las personas tenemos otras muchas necesidades importantes, pero el error está en considerar el amor como una necesidad secundaria. Los seres humanos necesitamos ser amados, sentirnos valorados tanto como necesitamos alimentarnos. Además, ambas necesidades tienen algo en común: se inician desde el momento en el que nacemos. Todos sabemos que un bebé mal alimentado tendrá problemas de desarrollo, de salud, pero pocos se plantean que un bebé que no sea criado con amor, que no establezca un vínculo afectivo con sus padres (o sus criadores), también tendrá problemas de desarrollo, en este caso emocional y psicológico.

El vínculo que se crea con un hijo en los primeros meses de vida es fundamental para su desarrollo como persona y afectará a como él mismo se relacione con los demás. Pero, ¿cómo se consigue que este vínculo sea sólido y seguro? La respuesta está en la crianza con apego.

crianza apego 3

La crianza con apego (attachment parenting) es un término acuñado por el pediatra americano William Sears, basándose en la teoría del apego de John Bowlby. En 1951, este psicólogo estableció mediante sus estudios que los niños tienden de forma natural a buscar una figura con la que se sienten seguros, ya que esta es sensible a cubrir sus necesidades, tanto físicas como emocionales. Cuando esta figura no está presente, los niños pueden desarrollar problemas de hostilidad y dificultades para desarrollarse con los demás en la edad adulta como demostró Bowlby, ya que según esta teoría, los niños están «diseñados» biológicamente para estar apegados a sus padres, no sólo porque estos puedan cubrir sus necesidades, sino porque son seres profundamente sociales. Pero aunque esta figura esté presente, puede ser que no cubra las necesidades del niño de forma correcta, lo que creará un vínculo poco sólido que también puede conllevar dificultades psicológicas en su vida.

Siguiendo esta teoría, William Sears estableció que la mejor forma de crear un vínculo sólido, precursor de la seguridad y la empatía de las relaciones personales en la edad adulta, es criar a los niños con apego; es decir, tratar de comprender las necesidades psicológicas de los niños, con la finalidad de no hacerse expectativas poco realistas de la conducta infantil. Según este método, disciplina significa orientar a los niños, mostrarles las consecuencias naturales de sus actos, descartando los medios punitivos.

crianza apego 1El doctor Sears, tomando como premisa que las necesidades de un bebé y sus deseos son una misma cosa durante los primeros meses de vida, incluso durante los primeros años, da ocho premisas básicas para afrontar un cuidado cariñoso del bebé que responda a sus necesidades, tanto fisiológicas como emocionales. Estas premisas son conocidas como las 8 «B»: Bithbonding (vínculo afectivo desde el nacimiento), breastfeeding (lactancia), babywearing (llevar al bebé encima y no en el carrito), beding close to baby (colecho), belief in the language value of the baby’s cry (comprender que el llanto es la forma del bebé de comunicarse), beware of baby trainers (tener cuidado con los estilos de crianza rígida), balance (mantener el equilibrio) y both (intentar que ambos padres se impliquen en la crianza).
Nuestro estilo de vida actual puede hacer algo difícil cumplir todas estas premisas pero, ¿significa eso que debemos descartar la crianza con apego? Por supuesto que no. La crianza con apego no es un conjunto de normas, precisamente huye de eso. Es una filosofía de vida, una forma de entender y tratar a los niños que se basa en entender sus necesidades y, sobre todo, no esperar de los niños comportamientos impropios de su edad para evitar frustraciones.

Como ya hemos dicho antes, los niños están biológicamente  preparados para estar con sus padres, por lo que la separación de estos les produce ansiedad, y es por eso por lo que van a llorar. La única forma de calmar esta ansiedad es el contacto físico con la figura de apego del bebé. Esto evidentemente choca con la crianza tradicional, en la que se pretende que los niños se conviertan en seres independientes al ignorar su llanto, ya que si no serán consentidos y sabrán que los padres acudirán cada vez que lloren. Esto es erróneo por tres motivos: primero, porque como dice una de las premisas del doctor Sears, el llanto es la herramienta de comunicación de un bebé, le sirve para reclamar que se cubran sus necesidades. Y sí, estas necesidades pueden ser físicas, como comer o tener algún dolor, pero también emocionales, y no por ello deben ser ignoradas. Un bebé es incapaz llorar para manipular.

crianza apego 5Además, ignorar sus necesidades emocionales provocará que un futuro los niños sean incapaces de transmitir esas necesidades a sus padres o a otras personas, incluso ya en la edad adulta. Por último, hay que recordar que esas necesidades no son para siempre; igual que un bebé va reduciendo poco a poco la frecuencia de sus comidas, irá modificando también sus necesidades emocionales y, por ejemplo, cuando empiece a andar o a gatear ya no necesitará la seguridad de unos brazos que lo sostengan, sino simplemente una mano a la que agarrarse. La base de la crianza con apego radica en identificar estas necesidades e ir modificando como se cubren, de manera que los niños, por sí solos, irán consiguiendo sus objetivos. Nunca podemos pensar que vamos a malcriar a un niño o que este va a ser menos independiente por darle amor, porque es otra necesidad más, igual que jamás se nos ocurriría pensar que lo malcriamos por darle de comer o jamás pretenderíamos que, con unos pocos meses, los niños se preparasen su comida solos.

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Los primeros meses de vida de un bebé, por tanto, son importantísimos para su desarrollo personal. La relación que este establezca con sus padres, con el mundo y con sí mismo, afectarán totalmente en su vida adulta. Un bebé que ha establecido un vínculo seguro con sus padres o criadores, al que se le han cubierto todas las necesidades, tanto físicas como psicológicas, será un adulto equilibrado, sin problemas de autoestima y capaz de salir al mundo. Eso es algo que también sabemos en Helen Doron, y por ello nuestros cursos, especialmente Baby’s Best Start, están diseñados para fomentar ese vínculo, a través de actividades que provoquen el contacto físico, los abrazos, los besos, con los padres. De esta forma, los bebés, mediante la conexión con sus padres y con ellos mismos, desarrollarán su autoestima de una forma muy favorable. Y como también sabemos en Helen Doron, el refuerzo de esta autoestima, que los niños se sientan seguros e independientes pero apoyados a la vez, es la base de un proceso de aprendizaje exitoso. Nos quedamos con las palabras de Eduard Punset, que creo que resumen a la perfección todo lo que os hemos contado:
“Hay que querer a los hijos incondicionalmente. Se trata de uno de los descubrimientos más recientes e impactantes de los mecanismos afectivos. La manera más expeditiva de poner remedio a tanto desgobierno sentimental y a la depredación afectiva consiste, precisamente, en aceptar de una vez por todas que sin amor incondicional no hay proceso de aprendizaje posible. No hace falta descubrir la pólvora y dar con la mezcla ideal de recompensa y castigo para el aprendizaje. Querer a los hijos incondicionalmente no significa querer todos sus actos, sino hacerles sentir que existe un lugar, su hogar, donde son amados y protegidos por lo que son intrínsecamente.”

Para saber más…

– Loving Hands, Frederick Leboyer
– The Continuum concept, Jean Liedloff
– The Scientification of love, Michel Odent
– Bésame mucho, Carlos González
– Un regalo para toda la vida, Carlos González
– Dormir sin lágrimas, Rosa Jové
– Educar para ser, Rebeca Wild

Mónica Méndez, teacher de Helen Doron Montequinto

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